A la Dolorosa

Tú conoces el dolor...

Oh, María,

en aquel Hijo abrazas a cada hijo

y sientes el desgarro de todas las madres del mundo.

Oh, María,

tus lágrimas descienden a través de los siglos

bañando los rostros y compartiendo el llanto de todos.

Oh, María,

Tú conoces el dolor… pero ¡crees!

Crees que las nubes no apagan el sol,

crees que la noche prepara la aurora.

Oh, María,

¡Tú has cantado el Magnificat!

Entona el canto que vence el dolor

como un parto de donde nace la vida.

Oh, María, ruega por nosotros!

Ruega para que nos llegue también a nosotros

el contagio de la verdadera esperanza.

Angelo Card. Comastri

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