Fuente: www.avvenire.it
G.Gamb. sábado 18 diciembre 2021
Una tradición nacida en el norte de Europa que se refiere al Edén, al pecado original redimido por Cristo, a la cruz como árbol de la vida. Entre los regalos bajo el abeto no puede faltar alguno para los pobres.
El árbol de Navidad evoca tanto el árbol de la vida plantado en el centro del Eden, como el árbol de la croce porque Cristo es el verdadero árbol de la vida que ha liberado al hombre del pecado. Según los evangelizadores de los países nórdicos, el árbol se adorna cristianamente con manzanas y hostias colgadas de las ramas. El Directorio advierte que «entre los dones colocados bajo el árbol no debe faltar el don para los pobres».
El entonces cardenal Joseph Ratzinger escribió en 1978: «Casi todas las costumbres prenavideñas tienen su raíz en las palabras de la Sagrada Escritura. El pueblo creyente ha traducido, por así decirlo, la Escritura en algo visible. Los árboles adornados de la época navideña no son más que un intento de traducir estas palabras en acción: el Señor está presente, así creían y sabían nuestros antepasados; por lo tanto, los árboles deben ir a su encuentro, inclinarse ante él, convertirse en una alabanza para su Señor».
El significado cristiano del árbol de Navidad no debe buscare en el solsticio de invierno, sino que tiene un origen propio que se remonta a una tradición medieval y a su significado religioso: las representaciones de los misterios, que, como preludio de la fiesta de Navidad, en la Noche Santa escenificaban, ante los portales de las iglesias, la historia del pecado original en el Paraíso. La Biblia no indica la especie del árbol, y según las zonas se identificaba con las plantas locales. En Alemania, por ejemplo, era el manzano y su fruto se impuso como «fruto prohibido». Dado que el 24 de diciembre era difícil encontrar un manzano en flor, se buscó un árbol diferente y, como es natural, se impuso la elección del abeto de hoja perenne, especialmente porque sus ramas ya habían servido previamente como adorno de los portales durante el período navideño. La manzana (o varias manzanas) se colgaban del abeto. Así, este tipo de representación le dio al árbol de Navidad su significado cristiano: en la noche de Navidad, el pecado del hombre era expiado por la encarnación de Cristo.